La evaluación en Educación Artística
- Teresa Querol Quijada
- 4 dic 2017
- 2 Min. de lectura
Hacemos una actividad...
Para trabajar la evaluación, el profesor ha pedido 4-5 voluntarios. Estos han propuesto una actividad, la cual van a evaluar. La actividad consiste en realizar, en grupos de 5-6 personas, una práctica artística con una temática social, para la que disponemos de 45 minutos. Mi grupo y yo hicimos el siguiente vídeo:
El vídeo muestra la dependencia que tenemos en la actualidad de los dispositivos móviles.
Una vez realizados los proyectos, se presentaron al resto de la clase, y los alumnos voluntarios procedieron a la evaluación. En el siguiente tweet se presentan algunas de las prácticas.
Un poquito de teoría...
La evaluación suele ser el aspecto que menos le gusta a un docente de su trabajo, pues es algo que el currículo escolar reclama, sin embargo a veces resulta difícil asignar una nota numérica a un trabajo o proyecto.
Dentro de la evaluación nos hacemos varias cuestiones: ¿Qué evaluamos? ¿Cuándo evaluamos? ¿Para qué evaluamos? ¿Cómo evaluamos?
¿Qué evaluamos?
Debemos tener claro qué evaluar y en esta materia, mayoritariamente práctica, o al menos así debería ser, hay que tener en cuenta la naturaleza procesual (cualitativa) del aprendizaje artístico y sus contenidos (conceptuales, procedimentales y actitudinales).
Aun existiendo tres tipos de contenidos diferentes, los contenidos conceptuales son los que mayor relevancia toman en educación a la hora de la evaluación, dejando de lado los contenidos procedimentales o actitudinales. Esto lleva ocurriendo mucho tiempo, y con la llegada de las nuevas leyes de educación se pretendía que esto cambiara, pero finalmente se ha quedado en un intento.
Según Francisco Maeso, en Educación Artística, es importante tener en cuenta varias dimensiones:
Apreciativa
Productiva
Emocional
¿Cuándo evaluamos? Estamos acostumbrados a que los procesos de evaluación se lleven a cabo a final de trimestre, cuatrimestre, al terminar un tema... sin embargo, la evaluación no debe ser contemplada como algo anexo. Esta debe estar "entretejida" con la metodología docente (con los contenidos y objetivos), llevando a cabo una evaluación continua.
Debemos de empezar a llevar a cabo la evaluación formativa. Esta es aquella que engloba todo el proceso de enseñanza-aprendizaje del alumnado, desde la primera fase de detección de ideas previas hasta la evaluación final/sumativa.
¿Para qué evaluamos?
La evaluación se orienta a la verificación de conocimientos, a comprobar el grado de desarrollo, al diagnóstico del currículo o la efectividad del docente. Debe contemplar, en consecuencia, aspectos cualitativos y cuantitativos.
¿Cómo evaluamos?
La evaluación la podemos desarrollar de numerosas diferentes maneras; a través de la observación (apoyada en fichas de registro, diario de clase, autoevaluación+coevaluación), a través de pruebas escritas (trabajos ensayísticos adaptados al nivel, evaluación y autoevaluación reflexivas), a través de pruebas orales (entrevistas grupales o individuales, debates, evaluación y coevaluación), evaluación por trabajos de acción e interacción (portafolios o propuesta de actividades), autoevaluación y coevaluación, etc.
Volvemos a la actividad...
Una vez presentada la teoría, hemos hecho una evaluación sobre cómo han evaluado los alumnos voluntarios los diferentes proyectos y qué tipo de contenidos han tenido en cuenta.
Comentarios